A la distancia.

Alegría sentía al saber que su respiración me acompañaba. Tú caminabas, caminabas en un lugar intransitable donde cada vez al andar creabas camino, entre piedras y arenas, entre olas y playas. Entendías perfectamente bien este conjunto de sombras o que aunque no lo entendieras te llegaba aquella mínima luz que se filtraba. Imaginable era la compañía que me habías hecho durante esas horas junto a mi. Ni te imaginas lo que hecho de menos esa luz que me diste en muchas ocasiones. 

Espléndido era el paisaje encaminado, si no lo hubiera habido ¿qué seria de ti y de nosotros? Todo fue tan hermoso, siempre dejaste tus huellas en ese lugar de paso y sonreías porque sabias que anotabas sensaciones, sentimientos y todo lo nuevo en el lado invisible. 

Todo lo que decías, todo lo que vimos ahora merodean, volverán si tienen que volver pero necesitaba decirte que aquí al otro lado de la ciudad hay alguien que te extraña y te necesita.