3.11.11

Solo de una cosa estábamos seguros.


Sentía miedo, ese miedo que jamás aleja esa sensación de inseguridad pero que te enseña a convivir con que un día nada será igual. A pesar de dudar que las cosas sean totalmente mutuas conseguí esa sonrisa algo miedosa pero a la vez grata. Tenía mi mirada fija, firme y decidida para él, era eso el déficit en la precisa naturalidad, de saber que podía ser tan sincero, inocente y que esas caricias y besos serían la condena perpetua y perfecta que llenarían mis precisas carencias. Llenos de deseo, ese deseo propio de la edad, de tiempo, del limite, de que sea así y no asa. Esas sonrisas existentes de un comienzo y vorazmente capaz de hacerme temblar y que esas miradas que liberan mil y un palabras a la vez liberarían caricias, gestos, actitudes incapaces de controlar, imposibles de disimular y que por cierto, no van con un "algo más" "un más allá" que se haga efectivo o al menos eso aún no lo sabíamos, pero algo era muy cierto y es que nos deseábamos como no hubiésemos querido.  

1.11.11

Por ti.

Puedo sentir que todo se aleja, que todo lo que construiste en muchos años en mí se desploma cada vez un poco mas. Extraña sensaciòn que el tiempo se torna psicológicamente lento, aun así aquí estoy esperando que el destino nos cruce nuevamente, aunque la distancia se encarga día a día en recalcar que no estamos juntos ya. Nadie te remplazará, a pesar de los reiterados errores nada cambia, nada cambia mis ganas de verlo triunfar, de verlo bien, nada cambia el cariño que siento, ni los recuerdos que llevo conmigo que terminan siendo sollozos en secreto por culpa de esta angustia de saber que te alejas más y más... 
Mutuas necesidades, mutuos errores... ¿y la solución es?...

31.10.11

Recuerdos al filo.

Es bastante difícil aceptar que las cosas cambian, cuando las personas se alejan, como si no tuvieran historia pasada o como si el futuro no pudo continuar con ese cariño y afecto. Cuando eso pasa todo es totalmente ajeno y el adiós se traduce en recordar aquellos buenos momentos que indican una despedida, un suspiro profundo que  las palabras las divisaba en él. mientras mi interior anhelaba seguir con él, pero como bien dije anhelo era y no era yo precisamente quién podría hacer que ese anhelo se cumpliera, era el destino. Ahora simplemente todo es extraño, como la manera de aprender a seguir la vida sin él, aunque siempre seguiría con él, observándolo a lo lejos, queriéndolo a lo lejos sin límite alguno. A pesar que sabía que no era correcto que mas daba pensarlo, si aquella historia pasada no se basaba precisamente en si era o no correcto las cosas que sucedían a diario. Se reflexiona bastante sobre esto, sobre las personas que en este instante están en el pasado, se quedaron ahí y que no podrán seguir conmigo en un futuro que es actualmente mi presente y aunque queda esa sensación de vacío que corrompe lo lleno que sentía este corazón no podré quejarme, porque ahí están las personas a quienes valoras y te valoran.



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